El otro día, buceando por la hemeroteca y los libros de historia (lo que hace el aburrimiento), hice un breve escrito en el que se hacía referencia a una anterior
pandemia de gripe mortífera que había afectado a la población española, y
no recordé que habíamos vivido una mucho mas cercana, pero que como fue como fue,
pasamos por ella de puntillas y sin tanta alharaca y ahora la teníamos casi olvidada. Estoy hablando de
la pandemia de gripe A, o gripe porcina, que sufrimos a principios de
este mismo siglo.
A finales de marzo
de 2009 se produjo en México el brote inicial de una gripe al
parecer altamente mortífera, especialmente entre jóvenes (los mayores casos se dieron en personas menores de 45 años) y en
embarazadas (!!!!), por un virus cuyo origen se suponía provenía de
las granjas de cerdos del sur de Estados Unidos. En aquel momento el gobierno mexicano tomó medidas varias
de contención que no impidieron su expansión al mundo entero . En
junio de 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el
estado máxima alerta, nivel 6, de pandemia por la gripe A, “la
primera a la que se enfrenta el mundo en el siglo XXI” (sic).
La OMS predijo,
seguramente influida por el recuerdo de la terrible “gripe
española”, millones de muertos y cientos de miles de ingresos en
unidades de cuidados intensivos, incluso se hicieron proyecciones que
llegaban a considerar problemas para poder enterrar a todas las
víctimas. México estimó, al inicio, hasta 100.000 muertos para un
país entonces de 50 millones de habitantes.
El domingo 26 de
abril de 2009 (sólo un mes después), se diagnosticó el primer caso
en España y se preparó todo para que la ministra de Sanidad
(Trinidad Jiménez), diera su primera conferencia de prensa, con el
ambiente de preocupación generado por las declaraciones de la
entonces directora de la OMS, la china Margaret Chan, de “El mundo
está en peligro”.
Según todos los
escritos oficiales que he podido consultar, “la gestión de la pandemia de
gripe A en España fue un éxito”. Muchos sin embargo no opinaron ni opinaron así. Sin ir más lejos, Maria
Jesus Montero, entonces consejera de Salud de la Junta de Andalucía
y hoy ministra de Hacienda y médico de profesión, hablaba de una
sobre actuación del gobierno central (a cuyo partido pertenecía y
pertenece) que incrementó la tensión y las demandas de los
ciudadanos. También indicó que hubo falta de transparencia en el
propio papel de la industria y los posibles intereses económicos que
había detrás de la pandemia, achacando mucho de la alarma creada a
intereses espurios de la industria farmacéutica. E incluso hizo una
crítica dura contra los anti-virales que entonces se utilizaron y
con la falta de transparencia en los ensayos clínicos que los
avalaron.
Lo cierto es que en
ese momento de “tensión”, el gobierno de España, hizo una
compra masiva de 37 millones de dosis (vamos para toda la población porque entonces éramos 47
millones), a los laboratorios Novartis y GlaxoSmithKline, por un
importe de 266 millones de euros, además de compras por valor se de
50 millones adicionales en retro-virales.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega,
lanzó un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos ante
la pandemia de la gripe A porque, "la situación está bajo
control".
Hasta ese momento
(agosto de 2009), el Gobierno reconocía 969 casos y dos muertes. A
pesar de que 13 personas estaban ingresadas en UCIs de hospitales de
Madrid, Cataluña, Andalucía, Asturias y Galicia. Lo cierto es que
al final, en total fueron unos 1.271 ingresados con ¡271 muertes!
(casi un 22% de mortalidad), según el magnífico estudio del
Subcomité de Vigilancia Epidemiológica del Plan Nacional de
Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Gripe de octubre de
2010, hoy imagino que olvidado.
Ocho mese después,
el Gobierno de la nación tuvo que destruir 6 millones de vacunas que
no se llegaron a usar jamás (pueden hacer cálculos del coste), a
pesar de que durante ese invierno se llegaron a poner dobles vacunas,
contra la gripe estacional y contra la pandémica.
Entonces nadie se
llevó las manos a la cabeza ni sacó los pies del tiesto, toda vez
que el indice de contagio, jamas superó el 1,3 y que la pandemia tal
y como llegó en abril de 2009, se marchó en enero de 2010.
Es posible, y solo
posible, que el planchazo que se dio entonces el Gobierno de Zapatero
al sobre valorar aquella emergencia, haya hecho que los actuales
dirigentes fueran mucho mas cautos (yo diría que lentos e ineptos) a
la hora de valorar esta otra, sin que yo tenga muy claro si valoraron
que se trataba de un virus muy diferente (aquel, aunque mucho más dañino
y letal, era del tipo del de la gripe común (H1N1) y este es un
desconocido CoV. Lo cierto es que aquella fue mucho mas leve y que
esta está destrozando el tejido económico del planeta.
Finalmente dejar las
palabra con las que Juan Gervás, medico de cabecera y autor de
varios libros médicos, en su libro sobre aquella pandemia, escrito
en 2010:
“La gestión de la
pandemia de gripe A enseña mucho, pero nada parecen haber aprendido
los responsables políticos en España.”
Eso mismo pienso yo.
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Mapa de la expansión de aquel brote. Lo he sacado de la wikipedia, perdón. |
Post scriptum: Si queréis ver cómo reaccionó la prensa o al menos parte de ella podéis leer los artículos publicados en El País al empezar la pandemia (https://elpais.com/diario/2009/04/28/sociedad/1240869612_850215.html y al acabar la misma, https://elpais.com/sociedad/2010/02/13/actualidad/1266015601_850215.html, en la que se ve como veíamos el tema entonces.
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